Jhonatan Viana, un emprendedor de lealtad, resiliencia y vocación
Desde que tiene memoria, no había actividad universitaria en la que no estuviese vinculado, sobre todo si se trataba de estimular el espíritu emprendedor. Este es su relato en Árbol de tinta.
Emprender es una palabra que a veces cuesta, no tanto poner en práctica, sino sobrellevar. Así lo demuestra el ingeniero industrial Jhonatan Fernando Viana Quique, con su trayectoria de al menos 18 años creando, explorando, proponiendo, cambiando y construyendo un camino profesional hecho a su manera.
Es la existencia de la comercializadora internacional CI Vianagro-Solicon la más fehaciente prueba de resiliencia, lealtad y vocación: la base está construida sobre la vasta experiencia de su padre y una sólida sociedad con su hermano.
“Emprender es aprender todos los días, a negociar, a hablar o a pararse al frente de una cámara, algo que nunca había hecho”, admite este ibaguereño, casado con una peruana y padre de dos gemelas, y amante de los retos cuando de abrir mercados se trata.
"Lo bonito es encontrarse con amigos que son gerentes o representantes de ventas, o que crearon empresas o son clientes; que ese lazo que se forjó en la Universidad se pueda desarrollar en los negocios".
El silicio y su horizonte
Han pasado 16 años desde que se graduó de la Universidad de Ibagué. Durante su formación profesional, recuerda, no había actividad en la que no estuviese vinculado: desde participar en las ferias de emprendimiento o ser monitor en Ayudas Educativas, hasta vender manillas o artesanías.
Anduvo un camino de rosas y espinas, construyendo ideas de negocio, creando empresa en 2015, mientras residía en Perú desde dos años antes, gracias a unas interventorías para las que fue solicitado. De tener más de mil personas a su cargo a ser gerente, todo demanda esfuerzo y sacrificio.
Incluso el tener pérdidas y quiebras estuvo en su vocabulario práctico, pero “cuando se cierra una puerta, se abre otra”. Fue este su caso posterior, con la creación de VivaGas, empresa adscrita a un programa del Ministerio de Minas y Energía del país vecino.
Luego, en 2017, surgió el consorcio entre Vianagro, empresa creada años atrás por su padre, y Solicon, nacida en Perú en sociedad por su hermano. Comenzó, entonces, en Colombia CI Vianagro-Solicon, una importante comercializadora de productos agrícolas basados en silicio, mineral desarrollado en Japón con inmensas bondades en su uso.
"Hoy, CI Vianagro-Solicon tiene una línea de producción local que no afecta las importaciones, porque es una empresa tolimense, con materias primas colombianas y tolimenses y desarrolla fertilizantes a base de silicio", narra Viana.
Jhonatan considera que lo ha aprendido todo; tanto, que se ve motivado a hablar a los jóvenes que, al igual que él, quieren crear empresa y transformar su entorno.
"El bichito del emprendimiento me picó en la Universidad".
Por: Hernán Camilo YepesDurante su estadía laboral y empresarial en Perú, Jhonatan permaneció en Ica y en la capital, Lima.
Periodista de la Universidad de Ibagué